By Morelys Urbano with SGJC Student News Network
Cuba’s largest power plant has been identified to be the cause of an energy collapse on Sunday October 20th, causing a more than 72 hour blackout in the entire nation. Authorities informed that the power plant had been deteriorating for the past few decades and it is not the only one in the country under those concerning circumstances. The situation intensified with Hurricane Oscar, which has claimed at least seven lives and caused widespread damage, and officials continue to look for more victims.
In a press conference organized by the Cuban Embassy, the Cuban Deputy Head of Mission attributed these challenges to longstanding U.S. sanctions, which have limited Cuba’s access to essential resources, including oil, obstructing maintenance and upgrades to critical infrastructure. The meeting addressed the impact of the crisis and fostered awareness among diplomatic counterparts and the media.

The Cuban government attributes the infrastructure problems to decades of restrictions and economic sanctions, especially those imposed during the Trump administration, which continue to limit the trade of oil and other essential resources. According to Cuban government representatives, this economic burden has made it nearly impossible to properly maintain their industrial facilities, making situations like this even harder to manage.
The Deputy Minister Counselor also criticized U.S. media, particularly those operating in South Florida, accusing them of attempting to destabilize the situation in Cuba. He mentioned that some U.S. officials have encouraged protests on the island, urging young Cubans to take to the streets with the message that “this is the time for freedom.”
Amidst this rapid requests for relief, the Cuban government has called for solidarity from the international community, underscoring the need for support to address immediate humanitarian needs and help the nation rebuild its infrastructure. The Cuban representatives appealed to diplomatic allies to pressure the U.S. to reconsider its sanctions policy, arguing that these restrictions hinder Cuba’s capacity to respond effectively to natural disasters and provide adequate services to its citizens.
Esta semana, Cuba enfrenta una de las crisis más graves de las últimas seis décadas, después de que el huracán Óscar golpeara la isla, dejando a toda la población sin electricidad por más de 72 horas. Al menos siete personas han perdido la vida y las autoridades siguen en la búsqueda de desaparecidos, mientras que el país completo trata de recuperarse del impacto.
La situación ha sido exacerbada por la falta de mantenimiento adecuado en la infraestructura eléctrica, una condición agravada por las sanciones de Estados Unidos, que limitan el acceso de Cuba a los recursos necesarios para mantener sus sistemas energéticos.
El gobierno cubano culpa de los problemas de infraestructura a décadas de restricciones y sanciones económicas, particularmente aquellas impuestas desde la administración de Donald Trump, que continúan limitando el intercambio de petróleo y otros recursos esenciales. Según los representantes del gobierno cubano, esta carga económica ha hecho casi imposible mantener adecuadamente sus instalaciones industriales, lo que contribuye a que situaciones como esta sean aún más difíciles de enfrentar.
En una conferencia de prensa organizada por la Embajada de Cuba,, Alejandro García del Toro, junto con otros funcionarios de Zimbabue, ofrecieron un panorama sobre la situación actual y describieron los desafíos que enfrenta el país. Aseguraron que este apagón masivo es solo uno de los efectos de una infraestructura energética ya debilitada por el tiempo y la falta de recursos.
El Ministro Consejero de Cuba criticó a los medios de comunicación de Estados Unidos, en especial a los que operan en el sur de la Florida, acusándolos de intentar desestabilizar la situación en Cuba. Mencionó que algunos funcionarios estadounidenses han fomentado las protestas en la isla, instando a los jóvenes cubanos a tomar las calles bajo el mensaje de que “este es el momento de la libertad”.
En estos momentos de incertidumbre hay varias formas de ayudar, es fundamental la sensibilización y el apoyo a políticas que promuevan ayuda humanitaria y que aligeren las restricciones en cuba, lo que podría mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias en el futuro.
Mientras la isla continúa su recuperación, es un momento para reflexionar sobre el impacto de las sanciones y para buscar maneras de apoyar a la población cubana en esta difícil situación.